Las máculas cubiertas de escamas son una expresión clÃnica habitual de la psoriasis, pero esta enfermedad dermatológica crónica puede también acarrear patologÃa a nivel articular, enfermedad cardiovascular y renal, alteraciones psiquiátricas y sÃndrome metabólico, entre otras comorbilidades. El impacto interno de esta patologÃa de la piel es objeto recurrente de investigación, lo que incide en algunas lagunas en su manejo, que implica a especialistas de diferentes áreas. Un estudio reciente, presentado en el XXVIII Congreso de la Academia Europea de DermatologÃa y VenereologÃa (EADV), en Madrid, profundiza en el conocimiento sobre la asociación entre esta patologÃa dermatológica y una de sus comorbilidades, la esteatosis hepática no alcohólica (Ehgna).
“En los últimos años existen numerosos estudios que establecen que la prevalencia de esteatosis no alcohólica en pacientes con psoriasis varÃa entre el 17% y el 66% en contraposición a los pacientes sin psoriasis en los que se estima en torno al 8-35 %, con un cociente de posibilidades (odds ratio), según un metanálisis que incluye más de 50.000 pacientes, en torno al 2,15. Esta asociación es más llamativa en la psoriasis grave, que puede tener una prevalencia del doble con respecto a la leveâ€, expone a DM el primer autor de este trabajo, Daniel Nieto, dermatólogo del Hospital Universitario La Paz, en Madrid. Además, hay estudios recientes que sugieren que la psoriasis es un factor de riesgo independiente de Ehgna, en especial en mayores de 55 años.
Los investigadores analizaron durante doce meses a 64 varones diagnosticados con psoriasis grave e hÃgado graso. El estudio constató una relación lineal entre la gravedad de la psoriasis (medida en la escala de PASI) y la esteatosis, con un aumento de la elastometrÃa de transición de 0,26 kPa y de 0,04 puntos en el Ãndice FIB-4 por cada aumento en una unidad del PASI. “A nivel práctico, esto puede suponer un cambio en la detección de Ehgna en pacientes con psoriasis. De forma tradicional, el dermatólogo se basaba en un valor del doble en las cifras de transaminasas para derivar al paciente a la consulta del hepatólogo, lo que suponÃa que muchos casos de Ehgna asociada a psoriasis quedaban sin diagnosticar. Eso se debe a que la esteatosis puede aparecer independientemente de los valores de transaminasasâ€, detalla Nieto.
“En el momento actual, lo que se está llevando a cabo es un despistaje en los pacientes con psoriasis grave y otros factores de riesgo de sÃndrome metabólico a través de la realización de un estudio de pruebas de función hepática y ecografÃa abdominal. AsÃ, pacientes con psoriasis grave sin esteatosis ecográfica y analÃtica normal, no requerirÃan, de entrada, una derivación al hepatólogo, pero sà un seguimiento periódico para detectarla en caso de que apareciera. Si se diera la esteatosis ecográfica o una alteración de la bioquÃmica hepática, serÃa recomendable la valoración por el hepatólogo para estratificar al paciente con estudios como la elastometrÃa de transición, o el Ãndice FIB-4â€.
La inflamación en piel, hÃgado y tejido adiposo tiene unas implicaciones metabólicas que pueden agravar las dos patologÃas
El mecanismo que aúna psoriasis e hÃgado graso se explica en parte por la producción de adipocitocinas como resistina, lectina y adiponectina en el tejido adiposo. “Además, mediante la producción de factores proinflamatorios como TNF, IL6 o IL17, se favorece una respuesta en el hÃgado mediada por el factor de crecimiento fibroblástico FGF-21 y un aumento de la inflamación subyacente en la piel afectada por la psoriasis. A eso se añade que el aumento de las adipocitocinas proinflamatorias y la disminución de las antinflamatorias es más marcado en los pacientes que padecen psoriasis y esteatosis hepática no alcohólica de forma concomitante que en aquellos que la padecen por separado. Toda esta inflamación piel-hÃgado-tejido adiposo supone una serie de implicaciones metabólicas que conllevan el agravamiento de ambas patologÃasâ€, explica Nieto.
De entrada, ambas condiciones se tratan con una reducción de peso, actividad fÃsica y abstinencia del consumo de alcohol, combinado con medicamentos farmacológicos. “En la era de los biológicos en la que nos encontramos, lo interesante serÃa evaluar el posible efecto beneficioso de utilizar dichos fármacos en pacientes afectos de ambas enfermedades. Algunos estudios preliminares sugieren que el uso de fármacos anti-TNF, como el etanercept o el adalimumab, o el bloqueo de la IL-17 podrÃan tener un efecto favorable en el hÃgado graso. Este mismo efecto se ha valorado en pacientes afectos de Ehgna y otras enfermedades como la inflamatoria intestinal, en las que estas vÃas inmunológicas también pueden ser dianas terapéuticasâ€.
El especialista concluye, al hilo de estos resultados, que el diagnóstico y el tratamiento idóneo de los pacientes con ambas patologÃas deberÃan ser consensuados entre dermatólogos y hepatólogos.
Impacto psicológicoOtra comorbilidad frecuente de la psoriasis y sobre la que la academia europea ha puesto el acento es la alteración psicológica. En concreto, destaca una investigación donde se revela que más del 75% de los pacientes que atraviesan un brote agudo psoriásico tienen ansiedad (el 33% presentan niveles altos, según concluyen los investigadores, de la Academia Nacional de Ciencias Médicas de Ucrania).
Son datos que de nuevo subrayan la necesidad de poner en marcha programas multidisciplinares en la valoración y tratamiento de los pacientes con psoriasis, en aras de mejorar el manejo de una enfermedad bien conocida pero no siempre bien entendida. De hecho, otro trabajo, también presentado en el congreso y dirigido desde el Departamento de DermatologÃa de la Universidad Técnica de Múnich, advierte de que un gran porcentaje de estos pacientes están infratratados.
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